Si tienes diagnóstico de lupus eritematoso sistémico, debes saber que el cansancio y la fatiga aparecerán. Por eso, es bueno implementar algunas estrategias para combatir el síntoma. Estos son algunos consejos que podrían ayudarte.

1. Reduce el estrés
La fatiga en el lupus mejora conforme se trabaja en técnicas de relajación para manejar el estrés. Se recomienda el yoga y la meditación, equilibrar la carga laboral, adecuar las actividades a las capacidades físicas y tener horarios regulares de descanso y reposo.

2. Incluye rutinas de ejercicio físico a diario
Aunque las personas con lupus pueden tener dificultad para realizar ejercicio físico, el sedentarismo es un factor que agrava la fatiga. En cambio, el ejercicio regular permite que los músculos se fortalezcan, además de proporcionar más energía y mejorar el estado de ánimo.

Solo con incluir 10 minutos diarios de actividad física se reducen los efectos del estrés y la fatiga. Aunado a ello, se recomienda buscar equilibrio entre la actividad física y los períodos de descanso.

Programa otras actividades fuera de las cotidianas, incluidas las reuniones sociales, para no quedarte sin energía.
El ejercicio físico aeróbico mejora la fatiga en el lupus. Como estamos ante una enfermedad que involucran a múltiples órganos, como los músculos, la piel, los pulmones y las articulaciones, la práctica deportiva tendrá influencia en el riesgo cardiovascular.

Los programas de ejercicio físico aeróbico prolongados han demostrado disminuir considerablemente la fatiga severa. Sería ideal que te guía un profesional del área en las rutinas.

3. Acude a grupos de apoyo y maneja las emociones en terapia
La fatiga en el lupus se relaciona con depresión y ansiedad, así como también puede ir acompañada de ira y frustración. Debido a que dejar evolucionar estos sentimientos es contraproducente, deberías probar con un abordaje mediante la terapia psicológica.

El hecho de estar muy cansado para iniciar e incluso culminar cualquier actividad, así como la apatía, causan una tristeza que puede ser difícil de manejar por cuenta propia. Además, participar en grupos de apoyo nos deja compartir con otras personas que atraviesan los mismos problemas.

4. Mejora los hábitos de sueño
Los trastornos del sueño pueden agravar la fatiga o ser los causantes, debido a que las personas con lupus suelen despertar sintiéndose cansados, así hayan dormido muchas horas. También es frecuente la interrupción del sueño durante la noche y la incapacidad para volver a dormir.

Se recomienda descansar 7 a 8 horas durante la noche. Las siestas deben ser cortas en el día para no afectar las horas de sueño nocturno.

También se debe eliminar la exposición a las pantallas a la noche. Cena ligero, de 2 a 4 horas antes del momento de ir a la cama. No consumas cafeína y prueba con música relajante.

Crea una rutina de relajación antes de irte a dormir e intenta despertar siempre a la misma hora por la mañana.
Los problemas para dormir en el lupus también pueden asociarse al tratamiento con corticoides en dosis moderadas a elevadas. Así que consulta con tu médico si usas estos fármacos.

5. Aliméntate de forma balanceada
Para combatir la fatiga en el lupus se recomienda una dieta con adecuadas porciones de proteínas y carbohidratos. Por supuesto, se deben abandonar las sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco.

La fatiga en el lupus también se asocia a la deficiencia de vitamina D, en especial, vinculada a la tendencia a evadir la exposición al sol por parte de los pacientes. En estudios clínicos se ha comprobado que, en un plazo de 6 meses luego de implementar suplementos de vitamina D, la fatiga severa mejora de forma considerable en mujeres con la enfermedad.

Referencia: MejorconSalud

No lo olvide: pregunte siempre a su farmacéutico, él le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y el medicamento.

Material diseñado con fines educativos. La información presentada en este material es tomada de las fuentes listadas en cada contenido y contiene recomendaciones generales que en ningún caso pretenden reemplazar la consulta médica. Estas recomendaciones deben ser discutidas y acordadas con su médico tratante.